domingo, 16 de marzo de 2014

Las Tres Enseñanzas del Empoderamiento


Cómo ir más allá de nuestros límites


Me gustaría hacerte tres preguntas: ¿Dónde crees que comienzan tus límites? ¿Los sientes cercanos, o más bien lejanos? ¿Eres capaz de ver más allá de ellos?
Porque has de saber que existe un mundo tan grande que es inabarcable, fascinante y lleno de oportunidades, y se encuentra al otro lado del muro que nuestra mente ha construido alrededor nuestro, para protegernos de todos los peligros.


Es el mundo de las infinitas posibilidades... Donde realmente podemos crecer como seres humanos, aprender y evolucionar. En Psicología se le conoce como la Zona de Aprendizaje; y en el Camino del Héroe como el Mundo Extraordinario.
Sin embargo, nuestra mente, rehén de su propia memoria arcaica, procedente de una época prehistórica especialmente cruel y hostil, en la cual la supervivencia era muy difícil, y además adecuadamente condicionada por la instrucción recibida en la familia, el sistema educativo y la propia sociedad, ha construido para nosotros una verdadera prisión, un gueto para encerrar todo nuestro potencial, a nuestro Ser más auténtico, en aras de seguir garantizando nuestra supervivencia.


Es lo que en Psicología se llama la Zona de Seguridad, y en el Camino del Héroe, el Mundo Ordinario. Puedes leer más en detalle sobre estos conceptos en estos dos posts:

El resultado de este planteamiento es trágico... Sobrevivimos, cierto, pero a costa de vivir una vida sin propósito, sin plenitud, y sin la oportunidad de contribuir a la realización del mundo con nuestro Don único.


Yo también partí desde esta situación, y a lo largo de mi Camino fui haciéndome cada vez más consciente de mi propio condicionamiento limitante...
Sabía que había de llegar un momento en el cual comenzara a poner a prueba la solidez de mis murallas mentales. ¿Podía o no derribarlas y abrirme paso a través de ellas hasta el mundo de infinitas posibilidades que me esperaba más allá de mis incertezas.
¡Y así fue! Un día de otoño, varios años atrás, participé en un taller de empoderamiento en la sierra de Guadarrama, en España, y allí, a lo largo de un día muy intenso, aprendí tres lecciones fundamentales sobre cómo rescatar nuestro propio Poder.

Caminando sobre brasas a más de 500 ºC, rompiendo creencias limitantes

1ª. Nuestro potencial es infinito. ¡Podemos ir mucho más allá de lo que nos han hecho creer! Definitivamente podemos afirmar que no conocemos nuestros límites en absoluto, porque apenas utilizamos una pequeña parte de nuestros recursos y habilidades.


Simplemente nos han hecho creer que somos seres pequeños y limitados, cuyo Poder depende siempre de fuentes externas.

2ª. La mayor parte de nuestros miedos son fantasmas. Según los estudios llevados a cabo por diversos científicos, los seres humanos traemos de serie solamente dos miedos: El miedo a caernos, y el miedo a los ruidos súbitos; todos los demás miedos son heredados o aprendidos...
Vivimos, o mejor dicho sobrevivimos, coaccionados por un ejército de sombras fantasmales, que no tienen más realidad que aquella que nosotros le concedemos ni más fuerza que la que le otorgamos.


A este respecto, hay un poema que habla muy claramente de las fuerzas oscuras que cercan nuestra alma, y también de la única fuerza luminosa que puede oponérselas y derrotarlas . Aquí puedes leerlo:

3ª. Cuando estamos en el Estado (psicológico) adecuado, podemos hacer cosas aparentemente imposibles. Es una cuestión de Presencia (nivel Espiritual), Foco (nivel Intelectual), y Entusiasmo (nivel Emocional).


Estar presentes es permanecer plenamente atentos y al mismo tiempo plenamente relajados, abiertos a lo que acontezca y sumergidos en la experiencia, siendo plenamente conscientes de lo que lo que estamos viviendo a cada instante.
Enfocarnos quiere decir concentrar toda nuestra atención en el momento, en el lugar, y en el objetivo.
Entusiasmarnos es permitir que el ser divino que somos se manifieste con toda libertad, es decir, abrir nuestras puertas internas, habitualmente cerradas a cal y canto, para que nuestra valentía, alegría y generosidad se desborden como una gran cascada.
Este Estado psicológico se puede definir con una sola palabra: Fluir.


Y sobre ello escribiré en mi próximo post... ¡Hasta entonces te invito a poner en práctica estas enseñanzas en tu propia vida!






3 comentarios: