miércoles, 2 de diciembre de 2015

Los límites entre el Amor y la Dependencia Emocional


Claves Prácticas para poner fin a la Dependencia Emocional


De nuevo damos la bienvenida a Miriam Martín Canales, Psicóloga y Terapeuta, quien colabora en este blog con otro interesante y práctico artículo:

En el artículo de hoy quiero tratar un tema bastante controvertido, los límites entre en el amor y la dependencia en las relaciones de parejas.
La dependencia emocional es una de las adicciones sin sustancias que más demandan ayuda a profesional.




¿Sientes que no puedes vivir sin la otra persona? ¿Los sentimientos de ansiedad se apoderan de ti cuando no está cerca? ¿Aceptas actitudes intolerables por miedo a perderla? Si has respondido que si a algunas de estas preguntas tienes un problema que se llama dependencia emocional.
Ser dependiente emocional significa sentir que necesitas a otra persona para que tu mundo no se derrumbe y también significa que tu niño interior tiene un hambre de amor que es capaz de saciar a cualquier precio.

Factores que predisponen a la dependencia emocional:

Un apego inseguro en la infancia: Hay investigaciones que han llegado a la conclusión de que se puede predecir el nivel de ajuste en las relaciones adultas en función de la historia afectiva que una persona ha vivido en su infancia.
En los primeros años de nuestra vida nuestro cerebro es sumamente maleable y es aquí donde aprendemos patrones que nos afectarán, sin necesidad de ser conscientes de ello, a nuestra vida adulta.



Un estilo de apego inseguro se desarrolla cuando nuestros padres o cuidadores solo estaban disponibles para nosotros en ciertas ocasiones y además estás ocasiones no corresponden a ninguna norma lógica.
Hay que tener en cuenta que es en la infancia donde aprendemos a relacionarnos con los demás y si aprendemos un patrón inestable y dependiente será lo que representaremos en la edad adulta.

Educación recibida y factores socioculturales: Tanto la educación que recibimos acerca de cómo deben ser las relaciones tanto la cultura en la que vivimos van a influir en la manera en la que posteriormente viviremos estas relaciones. Si nos inculcan que no somos completos si no encontramos a una persona que nos quiera y vivimos en una sociedad que da mucha importancia al matrimonio es más probable que desarrollemos relaciones de dependencia que si ocurriera el caso contrario.



 
La relación con esa pareja: En relaciones turbulentas con altibajos emocionales es más probable que uno o ambos miembros desarrollen dependencia hacia la otra persona por la propia dinámica adictiva de la relación.

¿Amor o dependencia?:

Muchas personas confunden el amor con la dependencia creyendo que si sufren por una persona es porque la aman con locura, lo cual muchas veces está bastante lejos de la realidad.
  
Por ello es importante aprender a detectar los síntomas que nos indican que eso no es amor, es dependencia.

Síntomas:

  • Nuestra autoestima está en manos de otra persona. Si esa persona la cuida nos sentiremos bien, sin embargo si no la cuida sentiremos que somos seres horribles. Poner la autoestima en manos de los demás es algo bastante peligroso.
  • Nos sentimos terriblemente mal solo con imaginarlos la vida sin la otra persona, sentimos que sin él/ella no valemos nada y que nuestra vida sería horrible.
  • Tenemos un inmenso miedo a la soledad.
  • Sabemos que nuestra relación va mal, sin embargo nos sentimos incapaces de romperla.
  • Podríamos utilizar cualquier tipo de táctica y manipulación antes de perder a la otra persona.
  • Sentimos ansiedad cuando esa persona no está cerca o frente a situaciones en la pareja que se escapan de nuestro control.

En definitiva, cuando nuestra felicidad comienza depender casi exclusivamente de otra persona debemos reconocer que tenemos un problema. Esto para muchas personas no es algo fácil de enfrentar sin embargo aceptar la situación que estamos viviendo es el primer paso en el proceso de cambio.


 

De esta forma la persona cada vez se queda más sola teniendo como único punto de apoyo a su pareja y por tanto aumentando aún más su dependencia.

La buena noticia de todo esto es que la dependencia se puede superar, para ello se puede empezar por seguir estos pasos:

  1. Dejar de autoengañarnos y admitir que el problema existe
  2. Reconocer los daños que está causando este problema tanto en tu vida como en la de los que te rodean.
  3. Comenzar a trabajar tu autoestima y tu independencia de manera progresiva.
  4. Contar tu problema a algunas personas de confianza (que seguramente ya se habrán dado cuenta de él) y apoyarte en ellos.
  5. Y por supuesto si sientes que todo esto se te va de las manos, solicitar ayuda de un profesional.

Miriam Martín Canales

Psicóloga & Terapeuta, http://psicorumbo.com/




 

Si quieres leer otro artículo de Miriam, aquí tienes el link:


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