viernes, 28 de agosto de 2015

Los Héroes Solares, 2ª Parte


Iluminan el Camino de la Humanidad


¡Bienvenido a esta 2ª parte del trabajo sobre los Héroes Solares! A diferencia de los héroes de la vida cotidiana -como podemos llegar a ser las personas como tú y yo- quienes son considerados Héroes Oscuros o Trágicos, porque comienzan su camino a raíz de una crisis o tragedia personal que les marca de por vida, los Héroes Solares nacen predestinados a serlo, en unas circunstancias extraordinarios que se repiten en las vidas de todos y cada uno de ellos.




Podemos afirmar que el Héroe Solar nace y vive peligrosamente, es decir, que al mismo tiempo que viene al mundo dotado de un poder especial para llevar a cabo su misión, contando para ello con aliados extraordinarios, fuerzas igualmente extraordinarias y poderosas, pero de signo negativo, o sea, servidoras del Mal, se conjuran ante la llegada del Héroe -muchas veces anunciada con antelación- para impedir su nacimiento o acabar con su vida y prometedoras hazañas cuando es aún es demasiado joven e inexperto como para convertirse en un adversario poderoso y difícil de derrotar.




Efectivamente, el Héroe Solar es humano pero a la vez tiene mucho de divino, como los antiguos Héroes Mitológicos, que eran considerados semidioses, con poderes propios de los dioses en un cuerpo mortal, como correspondía a la mitad netamente humana de su naturaleza.
Es habitual que para escapar de las fuerzas del mal que decididas a aniquilar al prometedor héroe, que es aún un niño o un recién nacido, éste haya de ser escondido y enviado lejos de sus padres y su morada de familiar, ocultando también su identidad para proteger su propia vida.
Así, por ejemplo, Moisés es depositado en una cesta y enviado lejos de los sicarios del faraón; Jesucristo es igualmente ocultado para impedir que se cumpla en él el decreto de asesinato del rey Herodes, vasallo del Imperio Romano; Rómulo y Remo son también escondidos de sus enemigos y criados por una loba en la colina donde más tarde se levantará el Capitolio de Roma; y ya en nuestra época contemporánea, en clave de ficción pero basándose en el Arquetipo del Héroe Solar, Kal-El/Superman es enviado a la Tierra en una capsula espacial, lejos de su moribundo planeta Kripton, y de los feroces enemigos de sus padres, que también son los suyos.




En todos los casos, como corresponde a la acción de un Arquetipo, el niño-héroe es recibido en una familia humilde como uno más, privado de su aureola de Gran Héroe, pero seguro y protegido de sus enemigos, que al fin, y al menos por un tiempo, pierden su pista.
Y durante su infancia y primera juventud vive el Héroe como un ser humano más, ajeno a su naturaleza ciertamente sobrehumana y aprendiendo -y empatizando- con aquellos a los cuales un día habrá de servir, ofrendando incluso su vida.




Al llegar a la juventud madura, o sea, al final de su adolescencia, irá tomando conciencia por si mismo o por acontecimientos que sucedan de manera causal -porque la casualidad no existe- de su naturaleza mitad humana y mitad divina, y con ello de su misión en la vida. ¡Es el momento de las primeras pruebas y de descubrir su propio Poder y la responsabilidad que conlleva!
Heracles es el Héroe Mitológico por excelencia, y también el modelo más cercano a nosotros.





Al comienzo de sus Doce Trabajos, se reunió con su Maestro Euristeo quien instruyó a su discípulo sobre el largo y peligroso viaje que estaba a punto de emprender; entonces...

El Maestro llamó. Los dioses respondieron. Vinieron y dieron sus dones a Hércules y muchas palabras de sabio consejo, conociendo las faenas que tenía por delante y los peligros del Camino.
Minerva le entregó una túnica, tejida por ella misma, una túnica que se ajustaba bien, de 10 rara y fina belleza. Él se la puso con triunfo y orgullo, regocijándose en su juventud. Tenía que probarse a sí mismo.
Vulcano forjó para Hércules un pectoral de oro para proteger su corazón, la fuente de vida y fuerza. Este obsequio de oro era ceñido, y, así escudado, el nuevo discípulo se sentía seguro. Él tenía todavía que demostrar su fuerza.
Neptuno llegó con un par de caballos y se los entregó, atraillados, a Hércules. Ellos venían directamente del lugar de las aguas, de rara belleza y probada fuerza. Y Hércules se alegró, pues él todavía tenía que probar su poder para conducir a los dos caballos.
Con lenguaje agraciado y brillante ingenio llegó Mercurio, llevando una espada de raro diseño, que ofreció, en un estuche de plata, a Hércules. La ató en el muslo de Hércules, pidiéndole que la mantuviera afilada y brillante.
Debe dividir y cortar, dijo Mercurio, -y debe moverse con precisión y adquirida destreza. Y Hércules, con alegres palabras dio las gracias. Tenía todavía que demostrar su alardeada destreza.
Con sonido de trompeta y el ímpetu de la marcha brillaba el carro del Dios Sol. Apolo llegó y con su luz y encanto alegró a Hércules, dándole un arco, un arco de luz. A través de nueve anchos Portales abiertos debe pasar el discípulo antes que haya adquirido suficiente destreza para estirar ese arco. Le tomó todo ese tiempo para acreditarse como el arquero.
Sin embargo, cuando el Don fue ofrecido, Hércules lo tomó, seguro de su poder, un poder todavía sin demostrar.”

Es en esta etapa cuando ha de hacer frente a su gran prueba: Enfrentarse a sí mismo, a sus propios miedos, a las tentaciones, a su propia Sombra...




Observamos estas pruebas en los 40 días durante los cuales Jesucristo se retiró al desierto, siendo tentado por el Satanás, quien representa a su propia Sombra y a la Sombra Colectiva de la Humanidad:

Otra vez el diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo:
Todo esto te daré, si postrándote me adoras. Entonces Jesús le dijo: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está:
Al Señor tu Dios adorarás, y solo a él servirás.”

La Biblia, Nuevo Testamento, Mateo 4.9

También Sidharta Gautama, ahora El Buda, quien había alcanzado la iluminación y recordado sus vidas anteriores y el propósito de su última vida en la Tierra, fue atacado y luego tentado durante tres días por el feroz dios Mará, Señor del Mal, y sus huestes infernales:

Mientras estaba sentado en meditación profunda bajo un árbol Bodhi, el sabio fue visto por Mará, que intentó distraerlo de su propósito enviándole dos hijas ligeramente vestidas, para que se exhibieran en su presencia, pero el Príncipe permaneció inalterado.
Luego, Mará envió un ejército de demonios espantosos para asustarlo, pero al asceta no les hizo ni caso. Por último, Mará lo provocó preguntándole con qué derecho pretendía convertirse en Buda (Ser Iluminado).
Entonces apareció el Ser Sagrado y, señalando hacia la tierra, indicó los numerosos actos buenos que había realizado en esta vida y en las anteriores, suficientes para convertirse en Buda.
En ese momento, la tierra tembló, los cielos se abrieron y hubo un gran diluvio que ahogó a Mará y sus malignos seguidores. El sabio pudo alcanzar la iluminación final y formular su doctrina, la esencia del budismo.”




Finalmente, el Héroe (Solar) asume su naturaleza de Ser Humano a la vez que Ser de Luz Consciente, y emprende su propio Camino Heroico consagrando su vida al cumplimiento de su Misión, y ofrendando en sacrificio cuando es necesario para el éxito de sus trabajos, su propia vida, como le sucede a Jesucristo, a Sidharta Gautama Buda, y al Rey Arturo Pendragón entre otros, si bien también hay ejemplos de Héroes Solares que escapan a este mandato del destino.




El propio Buda sigue trabajando por el mundo, pues según la leyenda, que como hemos visto recoge en sí misma la verdad sobre auténticos acontecimientos, a su muerte declinó abrir la puerta que conduce al Nirvana, es decir, al Paraíso según el Budismo, diciendo estas palabras:

Cuando vea pasar ante mi al último de los hombres, entonces yo cruzaré el umbral hacia la Gracia Infinita.”

Y ejerciendo el más supremo de los Sacrificios, se convirtió en Nirmanakaya, o Protector de la Humanidad.

Y así llegamos al mundo de hoy, profano y descreído, aunque renaciendo a una nueva visión sagrada del Universo.
Entre nosotros no existen Héroes Solares, al menos reconocidos públicamente como tales, pero si una numerosa legión de Superhéroes, quienes si bien son personajes de ficción, si representan, basándose en el Arquetipo del Héroe Solar, a los Heracles-Hércules, los Eneas, y los Jesucristos de hoy en día, pues Superman ha sido considerado por numerosos expertos en Mitología y Antropología como el Jesucristo del mundo contemporáneo.




Superman es el Héroe Solar contemporáneo por excelencia, el gran defensor de la Humanidad -no solamente de los Estados Unidos de América- y presenta todos los atributos y cualidades propios de los semidioses clásicos, pero con una apariencia moderna.




Batman, el Hombre-Murciélago, es sin embargo, el mejor representante del Héroe Oscuro marcado por la tragedia; no posee más superpoderes que su extraordinaria fortuna y su inteligencia, y al igual que nosotros, héroes de la vida cotidiana, ha emprendido su Camino marcado por una tragedia que le determina a luchar para siempre contra las fuerzas del Mal, a las cuales podemos considerar como aquellas que están empeñadas en mantenernos en la oscuridad de la Inconscienca, del no saber quiénes somos, cuál es nuestra verdadera naturaleza, cuáles son nuestros poderes...




Y en este desconocimiento de nosotros mismos vivimos cautivos de los intereses de quienes gobiernan el mundo, de los Amos de la Caverna que ya describiera Platón en su Mito de la Caverna.
Y de ambos Superhéroes, Superman y Batman, trataremos en los próximos trabajos.




Mientras tanto, puedes saber más sobre ellos leyendo estos artículos:

Si no has leído la 1ª parte de este artículo, aquí puedes hacerlo:


Manuel Marques Robles

Coach para el Camino del Héroe

viernes, 21 de agosto de 2015

Los Héroes Solares, 1ª Parte


Iluminan el Camino de la Humanidad


¿Qué tienen en común Moisés, Jesucristo, El Buda, Heracles-Hércules, Eneas, y el Rey Arturo Pendragón? ¡Todos ellos fueron Héroes Solares!






¿Y qué o quienes son los Héroes Solares? Para responder a tu pregunta, voy en primer lugar a compartir un secreto muy antiguo contigo:
Desde el principio de los tiempos existen dos clases de Héroes; los primeros lo son desde su nacimiento, pues son conscientes de su misión en el mundo, y para cumplirla han sido dotados de poderes extraordinarios, superiores a los de los demás seres humanos, porque ellos también son humanos, pero muy especiales: Son los Héroes Solares, así llamados porque son hijos del Sol, es decir, del Padre o Inteligencia-Voluntad del Universo.




Los segundos somos -estamos llamados a ser- las personas como tú y yo, y son llamados Héroes Oscuros o Trágicos, pues han iniciado su Camino Heroico a raíz de un trauma, tragedia o herida profunda, que les ha marcado.
Su crisis personal, nacida del dolor, la frustración, o la desesperación, les ha llevado a despertar y a buscar renacer de entre sus propias cenizas.




Mientras que nosotros hemos sido llamados a iluminar el camino hacia nuestro propio despertar, ayudando a hacer lo propio en la vida de aquellas personas que de algún modo están cerca de nosotros, ellos están llamados desde su nacimiento a iluminar el sendero para millones de personas, cuando no para la Humanidad en su conjunto.
Son los grandes fundadores de nuevas civilizaciones, introductores de nuevos paradigmas, y también defensores de sociedades en peligro de decadencia, a las cuales rescatan de su perdición elevándolas hasta la perdida grandeza de tiempos pasados.




Una gran parte de ellos han sido fundadores de nuevas religiones -o sobre sus enseñanzas se han levantado nuevas formas de acercarse a la Divinidad- como por ejemplo Abraham, Zoroastro-Zaratustra, o Jesucristo; otros, como por ejemplo Sidharta Gautama, llamado el Buda, o sea, el Iluminado, han reformado una forma religiosa anterior en decadencia -el Hinduismo o Brahamanismo- dando lugar al Budismo.




Hay también quienes han trabajado desde la vía de la política, creando desde la nada nuevas civilizaciones, como por ejemplo el héroe troyano Eneas, quien puso las bases de la civilización romana, y por ello fue considerado como el Padre de Roma, por encima de los hermanos Rómulo y Remo, muy posteriores a él.
Es muy frecuente su llegada al mundo en épocas de caos, de crisis civilizatoria y de cambios de ciclo; ellos intervienen para guiar a los hombres y mujeres en esos periodos de ruptura con todo lo anterior, con todo lo establecido hasta entonces, y llevarlos a un nuevo orden, a un paradigma o forma de ver y de actuar en el mundo, renovado y acorde con el nuevo ciclo.




Gracias a sus hazañas el caos es desterrado... Al menos por un más o menos largo periodo de tiempo, para dar entrada al orden en el cual todos encontrarán cobijo, seguridad y oportunidades para prosperar de nuevo con honradez.
Así fue durante el reinado siempre recordado del mítico Rey Arturo Pendragón, a finales del siglo V de nuestra era, cuando Roma retiró sus legiones en Gran Bretaña, y su presencia, que había durado más de 300 años, se diluyó con la niebla, quedando el territorio a merced de las invasiones sajonas.




Hemos de recordar que todo mito está basado en hechos y acontecimientos reales, no todo es inventado... En realidad hay muy poco de inventado y mucho de verdad protegida tras los símbolos, en cualquier relato heroico.
Muchas de las actividades que practicamos hoy en día, como el deporte, tomado en cuenta como método de desarrollo personal y motivo de eventos de gran trascendencia, tienen su origen en las hazañas y trabajos de los Héroes de la Antigüedad, cuyas vidas quedaron reflejadas en los relatos de la Mitología Universal.
Tal es el caso de Heracles, conocido por el nombre de Hércules entre los romanos, y fundador de los Juegos Olímpicos originales.




Puedes leer más sobre este tema en este link:

Sin embargo, el Héroe Solar representa también, desde la visión de la Antropología, el punto clave sobre el cual se apoyó la palanca que llevó a cabo el tránsito entre el Matriarcado y el Patriarcado, suceso que comenzó en Mesopotamia (el territorio de los actuales Irán e Irak) hace aproximadamente, según las investigaciones más recientes, 5.000 años.
Fue entonces cuando la Gran Madre cedió su trono y su poder al Gran Padre, y entre ambos extremos busca hoy la Humanidad el punto medio que le de la armonía tanto tiempo buscada.





Como el Sol iluminando la Oscuridad de la Larga Noche que ya toca a su fin... El Orden de la civilización sobre el Caos de la Tribu, la Ley humana, sobre la Armonía natural; el Héroe Solar representa también, en su Clave Antropológica, el paso del Matriarcado, caracterizado por una sociedad sencilla, horizontal, no agresiva, igualitaria y sin privilegios, en perfecta convivencia con la Madre Naturaleza, donde la Mujer y lo Femenino tenían un papel predominante, a otra sociedad más compleja, vertical, con frecuencia agresiva, jerarquizada, con clases y roles sociales muy marcados, y que somete a la naturaleza a sus intereses, donde el Hombre y lo Masculino gozan imperan sobre la Mujer y lo Femenino.
Parece un paso atrás en la evolución de la Humanidad, ¿no es cierto? Sin embargo, para proseguir con su evolución, el Ser Humano, ha necesitado superar la relativa inocencia de la época matriarcal para probarse a sí mismo en la dureza del periodo patriarcal, precisamente para trascender ambos extremos y conquistar por propio esfuerzo la Consciencia de Sí Mismo, antes de regresar, como está sucediendo hoy en día, a una visión de su propio ser y de la sociedad de la cual forma parte, más natural y equilibrada con el Universo, y en consecuencia con la Divinidad que Es por naturaleza.




Muy bien, por hoy hemos llegado hasta aquí. La próxima semana, en la 2ª parte de este trabajo, abordaremos las características de los Héroes Solares, el paralelismo entre los antiguos representantes de este ser heroico, plasmados en la Mitología y en la Historia, y los actuales, bien representados en el universo de los Superheroes.
Hasta entonces, te invito a leer estos artículos relacionados, donde puedes encontrar más información:


Manuel Marques Robles

Coach para el Camino del Héroe