domingo, 22 de junio de 2014

Qué es Ser un Héroe (o una Heroína), 1ª Parte


Significado y Vivencia del verdadero Ser Heroico


Hay una palabra que oímos con frecuencia en estos tiempos de incertidumbre y desafío... Es la palabra “Héroe.” Pero, ¿qué significa para ti? Y lo que es más importante, ¿qué significa para el mundo de hoy? 


Ciertamente, la palabra “Héroe” es -en una gran mayoría de las ocasiones- malinterpretada en la sociedad contemporánea. No es extraño si observamos los modelos heroicos que tenemos a nuestra disposición, principalmente a través del Cine y la Televisión. 


El principal modelo actual es el del “Superhéroe.” Estos personajes del Cómic nacieron en Estados Unidos, de la mano de la explosión del “Comic Book´s Boom” de los años 30.  


Se caracterizan por tener Superpoderes, unas veces de origen extraterrestre, y otras a causa de algún accidente con energías potentes y poco conocidas.
Sin embargo, el origen de su propio Poder, que les llega como caído del cielo -y nunca mejor dicho- en el fondo les hace poco creíbles, aunque les convierte en una distracción perfecta para todos aquellos que les gustaría ser como ellos, a pesar de conformarse con una vida mediocre y falta de Poder en todos sus aspectos.
Además, y precisamente por este motivo, se sitúan demasiado lejos de la gente común, que no puede tomarles seriamente como un ejemplo a poder imitar -o a modelar como decimos en PNL- en sus propias vidas, a no ser que tengan la fortuna de ser picados por una araña radiactiva...
Si acudimos a las fuentes originales, encontraremos a los Héroes de la Mitología Universal, más humanos y creíbles, a pesar de su ascendente en parte divino y del simbolismo que les rodea.
Sus nombres han sido pronunciados y escritos con respeto y admiración desde hace miles de años: Heracles, Quetzalcoalt, Arjuna, Cuchulain, Sigfrido, Hércules, Horus, Gilgamesh... 


Sin embargo, su lejanía en el tiempo, y lo fantástico de sus hazañas, sobre todo cuando se interpretan literalmente los acontecimientos que jalonan los mitos que protagonizan, les convierte en figuras igualmente inalcanzables para el gran público, y por tanto en modelos difícilmente implementables en la vida cotidiana de la gente, aunque no siempre fue así...
En la antigüedad, los relatos mitológicos tenían una función eminentemente educativa, tal y como recoge Rafael Echevarría, fundador del Coaching Ontológico, en su libro Ontología del Lenguaje:

"Los poetas, los responsables entonces de la educación, cumplían con su función de enseñar relatando historias épicas o fábulas, narraciones sobre acciones realizadas por humanos, héroes y dioses. De esta forma, se sabía lo que era la piedad, el amor o la perfidia a través de las acciones realizadas por los personajes de esas historias.
Por ejemplo, se accedía a la sabiduría obrando a la manera de aquéllos a quienes la comunidad, a través de estos relatos, como en el caso de Ulises, consideraba sabios. Se aprendía la valentía obrando según aquellos que la comunidad, en sus historias, consideraba valientes, como Aquiles.”




En esta caso, los Héroes de la Mitología Clásica fueron auténticos modelos de referencia para la gente de su época, aunque para la presente Humanidad representen figuras propias de un pasado casi infantil, un momento histórico caracterizado por la oscuridad y marcado por un temor reverente a las poderosas e incomprensibles fuerzas que dominaban nuestra vida en aquel entonces.
¿Y qué otros modelos podemos seguir?
Bien, dejando de lado a los grandes héroes, ya sean extraterrestres, mitológicos o fantásticos, existen otras clases de héroes, totalmente humanos y por tanto mucho más cercanos y accesibles.
Por ejemplo, aquellos hombres y mujeres que han realizado hazañas en el campo de batalla, yendo más allá de lo que exigía su deber, o sea, los héroes de guerra.


O también aquellas otros que hacen de su profesión un verdadero y meritorio servicio a los demás, muchas veces arriesgando sus vidas y/o trabajando en condiciones extremadamente difíciles.
  


Y prestemos atención a los héroes más apreciados de nuestro tiempo, los mismos que han dedicado su vida a la lucha contra las injusticias perpetradas por El Sistema para beneficio de los poderosos.
Sus nombres nos son especialmente cercanos y conocidos: Entre otros Mahatma Gandhi, Rosa Parks, Marthin Luther King, la Madre Teresa de Calcuta, y el recientemente fallecido Nelson Mandela.


Todos ellos y muchos más héroes y heroínas anónimas representan las Mil Caras del Héroe Atemporal, tal y como nos enseña Joseph Campbell, el principal divulgador del Arquetipo del Héroe para el mundo contemporáneo.


Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y el concepto del Héroe ha sido manipulado a lo largo de la Historia en numerosas ocasiones, al igual que lo ha sido la religión, para servir a fines muy oscuros, abusando de la idea no para liberar a las personas despertando su propio Héroe o Heroína Interior, sino para esclavizarlos aún más a la élite gobernante.
A este respecto, el escritor y antiguo ejecutivo de la Walt Disney Company, Christopher Vogler, expone lo siguiente en su libro El Viaje del Escritor: 

"Como en cualquier sistema arquetípico, como en cualquier filosofía o credo, la figura heroica puede ser deformada y usada con perversas intenciones."

Y prosigue argumentando que:

"En un sentido más general, el Viaje (o Camino) del Héroe ha sido criticado tildándolo de ser la cultura del Guerrero dominada por los hombres. Sus detractores arguyen que se trata de un instrumento propagandístico concebido para animar a los hombres jóvenes a que se alisten en los ejércitos, un Mito que glorifica la muerte y la autoinmolación sin sentido.
Algo de cierto tiene esta acusación, pues muchos héroes de leyenda y de otras narraciones son guerreros, toda vez que frecuentemente los modelos del Viaje del Héroe se han utilizado con fines propagandísticos y para incrementar el número de reclutas.
Sin embargo, condenar y desechar estos modelos porque puede hacerse un uso militar de los mismos, supone un ejercicio de cerrazón y de cortedad de miras.
El Guerrero no es sino una más de las muchas caras que puede presentar el Héroe, que también puede ser un pacifista, una madre, un peregrino, un iluso, un vagabundo, un eremita, un inventor, una enfermera, un salvador, un artista, un lunático, un amante, un payaso, un rey, una víctima, un esclavo, un trabajador, un rebelde, un aventurero, un fracasado trágico, un cobarde, un santo, un monstruo, etc.
Tantas son las posibilidades creativas que desbordan con creces su potencial para el abuso.”


¡Muy bien! Hoy hemos tratado de las diferentes ideas y sentimientos que podemos relacionar con la palabra Héroe.
En la 2ª Parte de este artículo profundizaremos en el origen del auténtico significado de ser un Héroe o una Heroína, sirviéndonos de la Sabiduría de los grandes expertos en el tema, y para vivirlo con pasión y sentimiento en nuestra propia vida.

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